Caesaraugusta. Este nombre parece que nos lleva a una película de gladiadores, pero realmente se trata de la denominación que los romanos le pusieron a Zaragoza.
Una ciudad que tiene una historia de más de 2000 años de antigüedad y que fue fundada como colonia de veteranos de distintas legiones romanas, pero… ¿Qué queda de las ruinas romanas de Zaragoza? ¿Te gustaría saber más sobre esta época? Te invitamos a hacer un viaje al pasado. ¿Preparado?
Un buen punto para comenzar a conocer la presencia romana en Zaragoza serían las murallas. No se sabe con exactitud la fecha de construcción de la muralla, pero las actuales son del siglo II y III d.C. y conservamos dos tramos, junto al Torreón de la Zuda y en la parte baja del Convento del Santo Sepulcro.
El tramo más largo de muralla mide 80 metros, y junto a la avenida de Cesar Augusto encontramos una estatua del emperador Augusto, regalo de Italia a Zaragoza.
¿Sabías que las termas eran uno de los lugares principales en la vida de la época romana? Eran puntos de encuentro de la vida social además de servir para el cuidado y la higiene.
Las termas romanas estaban en el centro de Caesaraugusta, entre el foro y el teatro, y datan del siglo I a.C, usándose hasta el IV d.C. En este pequeño museo podrás ver la piscina porticada, las letrinas y… ¡las tuberías y las cloacas!
Del foro romano hemos tomado la tradición de las plazas principales en las ciudades actuales, y Caesaraugusta también tenía el suyo, y además estaba situado junto al puerto fluvial, en el cruce de las calles más importantes de las ciudades romanas: el Cardo (calle Don Jaime) y Decumano (calles Espoz, Mina, Mayor y Manifestación).
Hoy en día podemos ver los restos del foro bajo la plaza de la Seo, bajo el cubo de alabastro que se camufla perfectamente con la arquitectura. Dentro podremos admirar diferentes fragmentos de plomo, que pertenecieron a una tubería de 26 metros que abastecía de agua una gran fuente central.
Otro de los puntos neurálgicos de una ciudad romana es el teatro. El que podemos ver hoy en día en Zaragoza es del siglo I d.C y se mantuvo hasta el III. ¿Sabías que posteriormente se usaron parte de sus materiales para la ampliación de la muralla y en los cimientos de viviendas islámicas, cristianas y judías?
Pero este edificio tan importante no fue descubierto hasta 1972. ¡Anímate a descubrir el museo romano mejor conservado de la ciudad!
Y si quieres saber más sobre la importancia que tuvo el puerto fluvial de Caesaugusta debes visitar el Museo del Puerto Fluvial. Este puerto se construyó en el siglo I d.C y se usaba para el comercio, tanto de alimentos como de joyas, mármoles, hierro o pieles. Otro de los museos que no te puedes perder para hacer un viaje al pasado.
Para terminar, deberías visitar la Cripta de Santa Engracia, construida entre los siglos XV-XVI sobre la necrópolis cristiano-romana, y donde podrás ver dos sarcófagos de la época en la que los primeros cristianos fueron perseguidos.
Siempre es una buena ocasión para visitar Zaragoza y disfrutar de sus ruinas romanas ya que es una de sus facetas más desconocidas, así que aprovecha tu próxima visita a la capital de Aragón y siéntete en una auténtica “peli de romanos”.