San Isidro. La historia real del personaje

Un conocido personaje del que sabemos mucho de su vida de santo, pero muy poco acerca de su vida personal; y es justo de eso de lo que os hablaremos hoy en Arkeot Tour®.

Queremos conocer a Isidro el labrador, al Isidro del Mayrit real. Y en este artículo realizaremos un repaso de todo lo que la historiografía contemporánea conoce sobre él hasta el momento.

También os acercaremos al Museo de los Orígenes, que alberga gran parte de la historia y el patrimonio de Madrid y, cómo no, de san Isidro.

Y es que fue un ejemplo de especial interés en lo que viene a ser el panorama de santos cristianos medievales, hecho que le hace convertirse en el patrón no solo de sus campesinos, sino de toda la ciudad madrileña y uno de los santos más populares de España, llegando a ser objeto de representación e inspiración para grandes artistas y poetas como Lope de Vega o Goya.

Esta importancia que se le otorga, ha merecido el estudio de su vida por parte de muchos religiosos, sobre todo, pero también a cargo de algunos antropólogos que se han ocupado más de los hechos reales y no tanto de los que se conocen gracias a la tradición religiosa. Es esa la información que hemos recopilado y que os vamos a revelar.

¿Nos acompañas?

Nos remontamos a un Madrid en plena invasión árabe, el Mayrit del Siglo XII, que además tendremos la oportunidad de poder recrear de primera mano gracias al Free Tour que ofrece Arkeo Tour, “El Madrid Castizo”, desde Lavapiés a la Latina, dos barrios que a lo largo del tiempo llegan a ser punto de confluencia de diferentes culturas.

Una visita guiada con la que vivir el Madrid más castizo de estrechas calles medievales y visitar algunos de los lugares más antiguos de la ciudad, como el famoso Rastro o el barrio de Lavapiés, donde se situó la judería de Madrid y en cuya plaza finalizamos la ruta.

Recordar cómo no, que por su puesto Arkeo Tour os garantiza una visita completamente segura y provista de medidas de seguridad para que puedan disfrutarla sin tener que preocuparse de la situación que nos acontece a causa del Covid-19. Todos nuestros servicios cumplen la legislación local y las recomendaciones sanitarias en materia de protección y seguridad para evitar el contagio del virus Covid-19.

Empecemos por el principio.. ¿San Isidro fue un labrador mozárabe? ¿Un musulmán de origen bererer?…

¿Quién fue San Isidro Labrador?

Dada la inexactitud de los datos, no se tiene una cronología clara del santo y los estudios en ese campo, como decíamos, son escasos, pero puede asignarse el 1172 como fecha del fallecimiento y la tradición mantiene que fue a los noventa años, coincidiendo con la edad mítica de muchos héroes y santos.

Por lo tanto, se sitúa una fecha de nacimiento concretamente el cuatro de abril de 1082, pocos años antes de la toma de Madrid por los reinos cristianos, paralelamente a la fecha de conquista de la ciudad de Toledo, entre 1083 y 1085.

En cualquier caso, nunca se ha sabido con certeza la cronología de este personaje tan legendario, pudiendo ser adscrita incluso en épocas anteriores.

La mayoría de los textos sobre San Isidro son de origen religioso por lo que conocemos poco de su vida personal salvo a lo recopilado en una de sus biografías como jornalero que se debe a Juan de Vargas y a las alabanzas escritas en el denominado Códice de San Isidro, hacia 1275, atribuido a Juan Diácono y que apareció en la Iglesia de San Andrés en 1504.

En los textos escritos en latín medieval, el labrador aparece nombrado como Ysidorus Agricola y se menciona el matrimonio y al hijo que tuvo con su esposa Santa María de la cabeza. También se hace referencia a cinco de sus muchos milagros. El códice obtuvo tal importancia que fue re-escrito e interpretado después por otros autores.

¿Cuándo nació San Isidro Labrador?

Atendiendo a la época, nos situamos concretamente en el Magerit o Mayrit árabe de Muhamad I, en el lugar que correspondía a una fuerte plaza que conservó su denominación, la cual ha ido evolucionando con el tiempo.  Isidro nace en un Madrid muy familiarizado con los conceptos de la cultura y la religión islámica. Se conoce que solo hubo una única Iglesia dedicada al culto cristiano, la de San Andrés y que acogía a los barrios mozárabes de la época, probablemente en los que se asentaría nuestro protagonista.

Según la tradición, San Isidro Labrador nació en 1082 falleciendo en 1172

Isidro nace en pleno periodo de Reconquista en el que Madrid pertenece a la taifa de Toledo del territorio de Al-Ándalus. En 1085, años después de su nacimiento, entre otros territorios, Madrid pasa a ser dominio del monarca cristiano Alfonso VI. Entre la población mozárabe del entorno había algunos caballeros guerreros a los que se concedía señoríos y territorios, naciendo así una especie de nobleza rural y casas como la de los Vargas y para la que muy posiblemente pudo trabajar Isidro.

Gracias al poeta Lope de Vega conocemos el nombre de sus humildes padres, Pedro e Inés y sabemos que se crio en el arrabal de San Andrés de la villa de Madrid. Serán sus padres quienes comienzan esta labor de siervos jornaleros, tras la firma de un contrato de arrendamiento anual que irían renovando sucesivamente. El acuerdo era sencillo, los jornaleros eran fieles y trabajaban las tierras del amo a cambio de un sueldo en dinero o en comida o bien mezcla de ambos.

Cuentan los autores que sus padres, también humildes agricultores y buenos cristianos, le dan el nombre durante su bautizo en la parroquia de San Andrés, en honor a San Isidoro, en aquel tiempo santo muy apreciado y anterior arzobispo de Sevilla. Dado que Isidro significa don de Isis, la tradición religiosa habla de su divinidad desde el momento en que nace.

Vida de San Isidro Labrador, patrón de Madrid

Al vivir en una zona bastante afectada por las invasiones árabes la familia se trasladó a Torrelaguna, lugar de refugio donde contraerá matrimonio con su esposa Santa María de la Cabeza y con quien tendrá a su hijo, quien la tradición identifica después como San Illán.

El periodo de juventud y madurez de la vida de Isidro estará marcado por la situación de guerra entre cristianos y musulmanes casi desde su nacimiento. No se habla de una verdadera cristianización de la zona hasta que en 1162 Fernando II ocupará la ciudad de Madrid.

San Isidro Labrador, patrón de los agricultores

Según biógrafos del siglo XII, Isidro de Merlo y Quinta quedó huérfano pronto, así que para poder mantenerse desempeñó trabajos como el de pocero primeramente y después como labrador.

Desde siempre hemos representado la figura de Isidro como un humilde campesino y honesto trabajador cuya mayor ocupación era la de cultivar tierras ajenas como un jornalero más.

Dada su pobreza, se dice que trabajaba muy duro para ganarse el pan con el sudor de su frente, día tras día, ofreciendo sus trabajos a los dueños de las tierras a cambio de un poco de comida o del arrendamiento de una pequeña porción de tierra para poderla cultivar y mantenerla él mismo.

Además, era tan bueno en su trabajo que llegó a ser por ello el mejor de los campesinos, sabiendo entre otras cosas, aprovechar los momentos idóneos para la siembra dependiendo de los cultivos que fueran, así como de la recogida de sus frutos en la ocasión perfecta.

Era muy honesto con los dueños a los que servía y apreciaba al máximo todos los recursos que le propiciaban desde la tierra y las semillas hasta los animales de trabajo.

Para Isidro tenían un origen divino de parte del Creador y eso era algo de lo que estaba muy agradecido.

En sí, Isidro era el hombre de año de aquella época, todo un personaje ejemplar, modelo a seguir, digno y amistoso con sus amigos, vecinos y familiares, un gran sabio, pero sobre todo un fiel creyente. Eso y su afán de labrador le ayudaron siempre a la hora de tener trabajo.

A la vista estaba, que siempre pareció contar con una gracia especial a la hora de hacer las cosas, tanto, que se le atribuyen ciertos milagros al obrar en varias ocasiones, según cuentan leyendas sobre testimonios de antiguos cristianos.

San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza

Según las crónicas, no le fue muy complicado encontrar una esposa, es más le resultó muy sencillo pues se dice que fue un hombre bello y carismático por dentro y por fuera. Esto le hizo ser un buen partido para todas las muchachas del pueblo, por las que era perseguido.

Pero se dice que el corazón del San Isidro, -eso sí, inspirado por Dios y aconsejado por su padre-, perteneció siempre a la llamada María Toribia, una bella joven y de gran bondad del pueblo vecino de Torrelaguna y en donde ambos vivieron durante un tiempo. Allí se casaron en la parroquia de Santa María Magdalena y pronto se mudaron a una localidad cercana a Torrelaguna para disfrutar de sus días de matrimonio. Cuentan que llegaron a ser un matrimonio de lo más digno, queridos y admirados por todos los vecinos de la localidad.

Un matrimonio, que, conforme a la voluntad de Dios, pronto la esposa queda embarazada y tendrán un hijo con el que ocurrió algo muy especial, o al menos así fue según cuenta la leyenda:

Estando una tarde su mujer con el niño en brazos cerca de un pozo, este hizo un movimiento brusco y para su desgracia cayó de repente al fondo. Al llegar Isidro y ver que su único hijo se había ahogado, sin alterarse consoló a su esposa y tras ello juntos se pusieron de rodillas suplicando a Dios que le trajera de vuelta sano y salvo, de modo que en ese momento las aguas del pozo comenzaron a subir hasta llegar a la superficie y sobre ellas el niño vivo flotando para que pudieran salvarlo.

Asombroso, ¿No creéis?

¿Por qué le hicieron santo?

En su hogar, Isidro aprendió las virtudes de la honradez, la devoción cristiana y el trabajo. A pesar de que no pudo ir a la escuela dada la situación de pobreza familiar, nunca le faltó en su casa enseñanza alguna ni oración que le mantuviera bien unido a Dios.

Llegó a apreciar mucho la Comunión, la oración y la Santa Misa, siendo esta su devoción favorita: no había ninguna misa a la que San Isidro no asistiera. De este modo Isidro se mantuvo en todo momento y desde siempre bien conectado a Dios, con quien contactaba en la iglesia por medio de la oración. Tenía hasta su propia ruta por los varios templos que visitó ya fuera durante su estancia en Madrid como en Torrelaguna, dejando el último el de San Andrés, su parroquia.

Volviendo a sus trabajos como labrador, se dice que empezó el oficio desde muy temprana edad y que pronto fue el más solicitado por todos los vecinos, quienes le buscaban siempre para pedirle que se hiciera cargo de algún asunto laboral.

Donde Isidro ponía las manos, los resultados eran milagrosos

¿Su secreto?: el amor y empeño que ponía a la hora de realizar los trabajos y, sobre todo, el hecho de “hacer las cosas más ordinarias extraordinariamente bien”.

Pero para él, lo más importante y el motivo de que esto ocurriera era gracias a la ayuda divina que obtenía gracias a la constante oración, siguiendo las palabras de San Benito Abad ora et labora, que era lo que hizo sin descanso todos los días de su vida hasta su muerte. Isidro sabía que, si mantenía esta fe, obtendría la gracia de Dios en forma de grandes cosechas y buenos frutos.

Se dice que empezaba este ritual al comienzo del día, cuando comenzaba a sembrar. Cada puñado de siembra era bendecido antes de ser arrojado. No soportaba la pobreza, ni incluso de los animales como las aves o los insectos, a los que según dicen, también repartía puñados de siembra.

¿Cuáles son los milagros de San Isidro Labrador?

Ya te hemos como San Isidro y su mujer, Santa María de la Cabeza salvaron la vida de su hijo en el milagro del pozo. Por cierto, el pozo del milagro se encuentra en la casa museo de Madrid

Cuenta otra leyenda, que el mismo Don Juan de Vargas llegó a tenerle siempre mucho aprecio cuando comprobó con sus propios ojos como en el momento de labranza y de trabajo por las dependencias del río Manzanares, Isidro recibía la ayuda de dos jóvenes que iban de blanco arando con unos bueyes también blancos y a los que la tradición identificó como dos ángeles. 

Tras ver esto, Vargas se encomendó a Isidro, dejándole a disposición todos sus terrenos y haciendas.

El hecho de ser un labrador tan genuino, ha dado rienda suelta a la imaginación de muchos que en forma de leyendas sobre milagros cuentan cómo llegó a ser el agricultor que era, admirado por muchos y envidiado por otros, dada la gracia divina que se le fue concedida. Por si fuera poco, Isidro eran tan caritativo que además compartía su jornal y su comida con los mendigos de la zona.

Si bien muchos datos son ciertos, otros son pura fantasía religiosa que hablan de milagros que se le atribuyen y en donde el escenario principal era el campo de labranza: tierras mágicas que se araban solas mientras el rezaba, campos inundados de siembra y frutos purificados y divinos que podían curar la peor de las enfermedades.

A pesar de que solo son oficiales cinco de ellos, en el proceso de su canonización se registraron más de 400 milagros, muchos de ellos tan importantes como los de Cristo o Moisés.

De cualquier forma, San Isidro en su mayor humildad, no tuvo nada y a la vez lo tuvo todo.

No gozó de ningún privilegio, ni si quiera el de poder ir a la escuela, no viajó, ni tuvo seguidores o amigos influyentes, ni si quiera tuvo casa propia, pero tenía las cosas que hoy menos se valoran: un trabajo honrado, un hogar confortable, una familia, una fe tan profunda que le hizo obrar milagros y una generosidad innata con los más necesitados. Atributos que le hicieron ser quien fue, distinto a todos los demás.

Muerte, beatificación y canonización de San Isidro

Isidro labrador muere acompañado de su esposa e hijo el 15 de mayo de 1172 casi con 91 años.

Su cuerpo será enterrado en el cementerio de la Iglesia de San Andrés, su parroquia. Se dice que se le enterró momificado y acompañado del códice en el interior de un arca ricamente decorada con representaciones de los milagros de los que habla el códice.

Iglesia de San Andrés
Desde el siglo XII, antes de ser santificado, la población madrileña ya le rendía culto

Un fervor que se fue incrementando con el paso de los años, de tal manera que, durante el proceso de su canonización, hacia el siglo XVI, fueron participes la aristocracia bajo la figura de la familia Vargas y la corona de Madrid, representada en aquel momento por los Austrias, así como autoridades de todos los tipos.

Será beatificado 447 años después por el Papa Paulo V el día 14 de junio de 1619 y fijada la fecha de celebración de su memoria el día 15 de mayo.

El Papa León XIII publica durante 1891 como el día oficial de San Isidro labrador, puesto que no hubo santo más adecuado ni hombre trabajador como él que representara mejor a todos aquellos trabajadores que se ganan el pan con el sudor de su frente, como lo hacía Isidro en su tiempo y como muchos lo siguen haciendo hoy.

El Papa Juan XXIII mediante bula “encomendó a San Isidro labrador la protección de campesinos y labradores en general, así como de todos los agricultores del mundo. Se le podía invocar para que lloviera y obtener una buena cosecha”

Tres años después de su beatificación, el Papa Gregorio XV lo canonizó entre el 14 y el 22 de marzo de 1622, junto a otros grandes santos como Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola o San Felipe Neri.

La devoción a San Isidro Madrid en Madrid

Con motivo de la canonización, en ese mismo año Lope de Vega dedicará unos versos a Madrid bajo el titulo Isidro (Madrid, 1599), en los que habla de la grandeza de su patrón, concretamente aludiendo al milagro de los ángeles que le ayudan arando con la yunta de bueyes.

Exterior de la Colegiata de San Isidro. Madrid

Según los escritos la canonización hizo que se celebraran grandes fiestas en Madrid. A causa del acontecimiento, el pueblo reclama la construcción de una nueva capilla y una conocida cofradía de Plateros en Madrid dona una nueva urna de bronce y plata que sustituirá a la antigua arca mortuoria donde se custodiaban las reliquias. Reliquias, que, a partir de la beatificación y posterior canonización, obtuvieron un poder sanador y curativo utilizado por varios miembros de la realeza española durante años.

Una fe tan ciega en el santo, que, en algunas ocasiones, les hizo mutilar y alterar el estado original del cuerpo momificado, ya que al llevar consigo una parte de él, creían tener una mayor protección aún.

Destaca como San Isidro, sin fundar ninguna orden, ni tener necesidad de hacerlo, sin haber dejado enseñanzas escritas y sin haber llevado a cabo grandes hechos a parte de sus labores como agricultor, fue glorificado de tal modo que sirvió para la devoción y el culto de campesinos, aristócratas reyes y reinas.

Desde el siglo XIII se le sigue rogando en las zonas de clima más seco para que abundaran las lluvias en primavera. Era el bien más aclamado en sus plegarias: la lluvia, dado que su escasez significaba en otras épocas sequías, hambres y penuria. Esto hizo que se acrecentara su carácter de santo agricultor y que su leyenda se fuera propagando en el tiempo y a través de la geografía peninsular.

Actualmente, los restos del santo yacen en el altar mayor de la Colegiata de San Isidro, depositados en un arca custodiada junto a las reliquias de Santa María de la Cabeza.

La casa de San Isidro: El museo de los orígenes de Madrid

Museo de los orígenes de Madrid

Si queremos seguir investigando sobre la vida de nuestro protagonista solo tenemos que pasarnos por el Museo/casa de San Isidro, llamado así, porque según la tradición fue el lugar donde vivieron los Vargas y por tanto donde también pasó sus días San Isidro.

Interior del Museo/casa de San Isidro

Situado en Plaza de San Andrés, 1 (Distrito centro) y contando con acceso gratuito a todos los públicos, acoge más de 600 metros cuadrados de exposición entre los que destacan la llamada sala de San Isidro, el Patio Renacentista, el Jardín Arqueobotánico, o el propio Almacén Visitable y abierto al público.

¿Qué ver en el Museo de San Isidro?

A través de sus distintas salas y patios renacentistas, el Museo de San Isidro invita a viajar por la historia de la ciudad de Madrid que va desde la Prehistoria hasta el momento en el que se establece la Corte.

Entre otros espacios, cuenta con una exposición permanente en la que encontramos piezas y objetos que nos muestran todo el contenido histórico y arqueológico de Madrid de hace más de 500.000 años, desde el paleolítico hasta la fundación islámica y el desarrollo de la villa desde su conquista en 1085 hasta el siglo XIV. En colaboración con el Ayuntamiento, destaca mucho la labor de investigación y documentación del museo y eso lo vemos en su elaborada colección.

La exposición se divide en tres espacios principales: “Antes de Madrid” que alberga los restos prehistóricos, romanos y visigodos; “Mayrit/Madrid”, donde apreciar los orígenes de la fundación de la ciudad por los musulmanes o la incorporación al reino de Castilla; y “San Isidro”, dedicada como no, al santo madrileño y a todo su legado.

De hecho, es aquí donde podemos apreciar entre otros muchos objetos, el famoso Pozo del Milagro o las bellas pinturas murales de La Capilla, lugar donde según la tradición vivieron San Isidro y Santa María de la Cabeza.

Tras adoptar las medidas necesarias para la prevención del Covid-19, su reapertura mantiene disponibles para la visita todos los espacios de exposición, exceptuando el servicio de consigna o de venta de publicaciones.

Con un horario de visita de martes a domingo de 10 a 20 horas y actualmente contando también con la programación en directo mediante canales como YouTube para ofrecer contenido complementario.

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